Si encontrás algo más fino que el filo de tu silencio sólo entonces te amaré.
Rebuscada tu respuesta tanto como tu cabeza tenía que ser mujer.
Eras un rompecabezas disfrazado de princesa eras puro rocanrol.
A planteos poco cuerdos al placer del desengaño a la dulce confusión.
Me pensaba que era el ciego me pensaba que era el pueblo que era el tuerto y que era el rey.
De este amor que nunca vio la luz, no sintió el calor, no sufrió el dolor, no vivió el morir. Muy grande la cruz, muy chico el honor, enana actitud de vivir mejor.
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